En una iniciativa que demuestra la fuerza del trabajo en equipo y el compromiso social de las nuevas generaciones, veinte jóvenes participantes del Programa de Aceleración de Competencias Profesionales visitaron el pasado día 5 de febrero la Fundación Escuela de Solidaridad. Este encuentro, más que una simple visita, se transformó en una jornada de colaboración y aprendizaje mutuo.
La Fundación Escuela de Solidaridad, conocida por su incansable labor en apoyo a comunidades vulnerables, abrió sus puertas a este grupo de jóvenes con el objetivo de desarrollar habilidades esenciales en el mundo laboral moderno, tales como el trabajo en equipo, la comunicación efectiva y la gestión de proyectos colaborativos. Pero, más allá de la capacitación técnica, esta experiencia buscó inculcar valores de solidaridad y empatía a los participantes en el programa, demostrando que el éxito profesional también se mide por el impacto positivo en la sociedad.
Durante la jornada, los participantes del programa escucharon testimonios tanto del Fundador, Ignacio Pereda, como de personas que son o han sido beneficiarios de los servicios que brinda esta Fundación. También les acompañó en esta ocasión Pilar Guillén y Alejandra Vílchez de la empresa patrocinadora del Programa, Alight Solutions. A raíz de conocer la Fundación, los 20 jóvenes establecieron un plan de acción para poder ayudar a cubrir algunas de las necesidades más acuciantes de la entidad. Desde la organización de eventos de recaudación de fondos hasta desarrollar acciones concretas para ayudar a la mejora de las instalaciones o la implementación de programas educativos, los jóvenes se han puesto en marcha para trabajar codo a codo con los miembros de la fundación.
Esta iniciativa no solo beneficia a la Fundación Escuela de Solidaridad, sino que también representa una valiosa oportunidad de aprendizaje para los jóvenes involucrados. «Esta experiencia de contacto con la realidad de pobreza y necesidad extrema ha sido realmente enriquecedora», comentó uno de los participantes. «Aprendimos que el verdadero liderazgo implica servir a los demás y que, trabajando juntos, podemos marcar una diferencia significativa.»
Este evento constituye un ejemplo de colaboración entre el sector educativo y organizaciones sin fines de lucro, demostrando el poder de la educación en la formación de ciudadanos comprometidos y solidarios, y constituyendo un modelo a seguir para la formación de futuras generaciones de líderes empresariales y sociales.
En un mes y medio, los jóvenes participantes tendrán una nueva Jornada donde mostrarán los resultados de las acciones de trabajo en equipo y solidaridad que van a desarrollar en las próximas semanas para cumplir con los compromisos de colaboración que han adquirido con la Fundación